Aprender de tecnología con fundamento

Hoy el conocimiento tecnológico se ha vuelto tan crucial como el financiero, o de operaciones, o cualquiera otra de las habilidades necesarias para la gestión empresarial.

Es posible gestionar una pequeña tienda o un bar sin conocimientos financieros, sin saber lo que es una cuenta de resultados o un balance. Sin embargo, en el caso de una empresa mediana que tenga una facturación superior a 1 o 2 millones de euros, es imposible gestionarla sin estos conocimientos. Son imprescindibles.

De manera similar, en el ámbito de la tecnología, hoy ya no es posible gestionar una empresa si no se entienden los fundamentos de la tecnolgoía. Y no estoy hablando de aprender a programar, o a configurar una base de datos, estoy hablando de conceptos clave como la deuda técnica, la gestión de equipos y proyectos de IT, o la importancia de mantener la propiedad intelectual del código.

Atrás quedaron los días en que se podía gestionar un negocio sin distinguir una base de datos de un lenguaje de programación. Hoy, el panorama empresarial exige a los directivos una comprensión profunda de la tecnología, no solo para la eficiencia operativa, sino como un pilar estratégico para el crecimiento y la innovación.

La tecnología ha dejado de ser una mera herramienta para mejorar la eficiencia reduciendo costes. Se ha transformado en un factor estratégico crucial para abrir nuevas líneas de negocio, reinventar procesos y fomentar la innovación.

A pesar de esta realidad, muchos directivos aún consideran la tecnología como secundaria sin relevancia estratégica, cómo decía un antiguo jefe: “la tecnología es sólo un problema de dinero”.

Esto es particularmente notable en empresas medianas. Mientras que en grandes corporaciones, roles como el CIO han ganado relevancia dentro de la C-suite, en las empresas de menor tamaño esto aún no se refleja con la misma intensidad.

Esta falta de comprensión plantea una pregunta crítica: ¿por qué, a pesar de la creciente relevancia de la tecnología, muchos líderes empresariales siguen descuidando este aspecto?

Una razón detrás de esta resistencia puede ser el temor y la incomodidad que sienten algunos directivos ante lo desconocido. Prefieren evitar la inmersión en el mundo tecnológico, posiblemente debido a un miedo a sentirse desorientados o desactualizados. Esta barrera psicológica es un obstáculo significativo que impide a los líderes empresariales reconocer y abrazar el valor estratégico de la tecnología.

Y por eso la respuesta es claramente la formación. Yo creo que hay una enorme oportunidad para aquellos directivos que decidan aprovechar la oportunidad de ganar competitividad entendiendo y aprovechando mejor la tecnología. No se trata de aprender a programar, o entender cada detalle de los algoritmos o interfaces, se trata de entender los fundamentos.

Hay un montón de cursos en el mercado muy resultones y aparentes, pero que olvidan los fundamentos. Como diría Arguiñano, hay que gestionar con fundamento.

PS: La foto es de De Ana Sánchez Cruzat - http://www.20minutos.es/noticia/385236/0/sueldo/karlos/arguinano/), CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4855318